Friday, 5 December 2008

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www.espacioalternativo.org/node/1355
http://www.youtube.com/results?search_query=Hugo+Blanco++Canada++Simon+Fraser&search=Search

del libro TIERRA O MUERTE

Pasamos al valle de San Miguel, donde existían pequeñas haciendas a las cuales todavía no habían llegado la sindicalización. Uno de nosotros, vinculado con campesinos de la hacienda más pobladas, se adelantó para convocar una reunión, la que envió una comisión a nuestro encuentro. Se realizó la asamblea de los campesinos de la hacienda con asistencia nuestra. En realidad, independientemente de que portáramos armas, jamás un sindicato campesino de la zona se había organizado con el asesoramiento de una comisión sindical de esa categoría, estábamos: el secretario de organización de la Federación Provincial, el secretario de reforma agraria de la Federación departamental, el secretario de reforma agraria de una liga de 4 sindicatos, 2 generales y otros dirigentes más.
El recién organizado sindicato acordó aplicar de Decreto de Reforma Agraria emitido por nosotros y ya ejecutado en otras zonas. Acordó además aceptar en su seno a todos los campesinos de ese valle, ya que las otras haciendas eran muy pequeñas para tener un sindicato propio. Otro acuerdo fue ir en conjunto a comunicar esta nueva al hacendado, recomendándonos que no tomáramos ninguna medida contra él, ya que no había sido un verdugo y se había limitado a aprovechar las relaciones de producción imperantes hasta entonces.
Nosotros, acostumbrados a confiscar los bienes de los grandes gamonales desde mucho antes de ser milicianos, no tocamos esta vez nada de los pequeños hacendados de la zona; no por miedo a la represión, pues sabíamos que ya nos perseguían para matarnos, sino porque éramos sindicalistas, acostumbrados a respetar la voluntad de la masas, y como revolucionarios nuestra función militar no era más que un aspecto de nuestra función política. Y nuestra función política era enseñar a los trabajadores que ellos debían gobernar y que nosotros no éramos más que un brazo armado, su instrumento de lucha, no sus patriarcas.
Los campesinos acordaron proveernos de todo lo que necesitáramos y aceptar todo lo que voluntariamente nos ofrecieran los pequeños hacendados de la zona, pero que no confiscáramos nada de éstos. Según dijeron: “Para que vean que lo que queremos los campesinos es la tierra para trabajar, pero que no somos ladrones para quitarles sus cosas”. Cumplimos con informales de nuestra amplia actitud confiscatoria con los gamonales verdugos, mostrándoles que precisamente nuestro Decreto de Reforma Agraria, a pesar de su carácter sintético, señalaba la optatividad de las medidas confiscatorias absolutas, y que Decreto subrayaba que en cada caso específico era el campesinado de la hacienda respectiva el juez que debía decidir acerca de las medidas confiscatorias y de la forma de distribución de la tierra. Se sobreentendía que la existencia de la guerrilla no era para sustituir, sino para sustentar la voluntad campesina.
Los compañeros de San Miguel comprendieron perfectamente.
Por supuesto al hacendado no le quedó más remedio que manifestar que acataba la voluntad de la asamblea.

Luego pasamos a zonas sindicalizadas, se nos incorporó un secretario general, luego otros dirigentes sindicales.
El apoyo del campesinado era casi absoluto, emocionante.
Nos alimentaba, nos vestía, nos guiaba, nos protegía.
“Coman y llévense cuanto puedan”, nos decían las compañeras llorando. “¡Ay! Nosotros tan cómodamente en nuestras casas y ustedes en el monte perseguidos. ¡Cuán doloroso es no poder servirles así cada día que están en el monte! ¡Compañeros! ¡Compañeros! ¡Hermanos!” Como nuestro estómago y nuestra mochila tenían capacidad limitada, recibíamos un poco de cada uno, para que nadie se sintiese ofendido.
Cualquier alusión a un “pago” hubiese sido un insulto. ¿Cómo les íbamos a pagar si éramos el brazo armado de ellos? ¿El hermano que lucha por el hermano puede “pagarle” a éste por los víveres que recibía para alimentarse en el combate? ¿O acaso no era por ellos por quienes luchábamos? Hubiese sido un grave error político sugerir “pago”. Sólo en una oportunidad nos vimos obligados a convencer a un compañero de que debía recibirnos dinero. Se trataba de un campesino que habitaba en una choza aislada en la puma, zona frígida. Nos dio un torillo. La explicamos que para casos como ése los compañeros nos habían dado dinero, pues no era correcto que sobre un solo campesino recayera un gasto tan elevado.
No éramos los guerrilleros quienes explicábamos a los campesinos que luchábamos por ellos, eran ellos mismos quienes nos lo decían; la razón inmediata de nuestra lucha estaba clara como el agua; nuestra lucha sindical durante años la explicaba sobradamente; la composición de la guerrilla la ratificada. Por esta razón, nuestra labor política tocaba aspectos ya más elevados: explicación del significado general de la revolución, de las tareas económicas y políticas por realizarse.
No me voy a extender en el relato de los días de hambre y sed en que racionábamos el maíz contando calmábamos la sed con el agua estancada en ciertas hojas, con el jugo de algunos tallos o de los bulbos de orquídea. Estas y otras vicisitudes son comunes a cualquier guerrillero.

Isla penal “El Frontón” 1970

The convert - El convertido

Artículo publicado en Canadá en septiembre del 2007


HUGO BLANCO

The convert
Legendary campesino Hugo Blanco merges old-style Marxism with earth-first land reform philosophy
By WAYNE ROBERTS

The western hemisphere has a new name. On October 12, indigenous peoples from many countries met in Bolivia to celebrate the United Nations declaration on their rights, and once again rechristened (so to speak) our continents Abya Yala.
In the Kuna language, this means "land in its full maturity." Amerigo Vespucci, an Italian explorer of the late 1400s, lost his naming rights to descendants of settlers who arrived 10,000 years earlier.
The rising sense of power among the hemisphere's 50 million indigenous people is transforming politics in what used to be called South America. But few people have been changed as profoundly by this new politics of identity as Hugo Blanco, the legendary Peruvian Trotskyist revolutionary.
It was Blanco, back in the 60s, who invented the now famous chant of peasants and campesinos the world over: Land or death.
During a lecture tour of Canada last month, he showed how deftly he has wedded old-style Marxist revolutionism to his relatively recent encounter with his own indigenous heritage.
At a meeting at a Ryerson lecture theatre in September, Blanco sports the typical floppy sheepskin hat worn by the Quechua people of the frigid mountains of southern Peru. I only learn afterward that the young-looking 73-year-old wears the hat at all times on doctor's orders, for fear that his skull, which has suffered too many police beatings, can't withstand an accidental bump.
Even with his disarming appearance, Blanco's opening lines surprise me. They're nothing like what I remember from the fiery speeches that almost got him executed when he was tried for his role in a 1962 armed peasant revolt.
The reason native politics are so charged today, 500 years after Europeans invaded, he begins through a translator, is that mines and oil and gas wells are poisoning Pachamama, Mother Earth.
And the aggressive materialism of global corporations is destroying "ayllu," the indigenous sense of community that encompasses every being in a village, including hills, rivers, animals and plants, each of which is endowed with a spirit.
But he's still a socialist, he says at the end of the lecture. After all, reports of Inca civilization inspired Voltaire and Thomas More, contributing to Europe's tradition of utopian socialism.
One of Blanco's daughters, raised in Sweden during one of his many periods of exile, once led Swedish tourists through a Peruvian village and was told it looked like socialism. You have that backwards, he recalls her telling the Swedes; socialism looks like this.
But the world has changed since his youth, he says. "When I was young, I took up the struggle for equality. Now the struggle is for the survival of the species."
Blanco, educated in a radical European culture when he was a student in Argentina during the 1950s, confesses that he is still a recovering Eurocentric. It's easy to see he's struggling to make the transition from the polemical truths of his youth to something else.
South American radicals "copied our social analysis from Europe," he says, "yet socialism, social democracy and Communism have all been defeated in the South.
"I don't know how much Eurocentrism is still in me," he adds. "I am in the process of overcoming. We must initiate this revolution within ourselves."
What does this mean for future organizing? He doesn't know, "but little by little we move forward." The newspaper he edits, Lucha Indigena, follows what indigenous people are doing, not the line of a political organization such as the one he once led. Many of his statements end with a quotation from the Spanish poet Antonio Machado y Ruiz: "Walker, there is no road. The road is made by walking."
Working without a compass is something he says he learned from studying the Zapatistas of Mexico, another country he spent time in as an exile. Blanco has a totally different sense of power than the one he held during the 1960s, when the struggle for campesino and worker power was at the heart of the manifesto Land Or Death: The Peasant Struggle In Peru that he wrote on death row in prison.
"Among revolutionaries, we were negatively affected by an obsession with power," he now says. His movement has since overcome old-style illusions thanks to the experience of pseudo-revolutionary Shining Path terrorists, who once ordered him killed, he says.
Indigenous communities practised consensus, he says. "We are not about taking power, but building power," he says. He now likes to organize "peasant circles" that displace judges and corrupt government officials with self-managing groups at the municipal level.
I luck into a two-hour after-lecture dinner with Blanco, Phil Cournoyer, the translator of his memoirs, and assorted friends at a nearby Internet café serving Somali food.
When Blanco chanted "Land or death," Cournoyer tells me, the activist had "an incipient understanding" that it was different from the Hispanic tradition of "Fatherland or death," a popular cry in Cuba. It reflected a deep-seated and intuitive psychological and spiritual understanding that land, identity, meaning and life were one continuum.
"It is not the earth that belongs to the people but the people who belong to the earth," Blanco clarifies.
From the leader of militant land reform during the 1960s comes a land reform philosophy for the 21st century.
news@nowtoronto.com

El convertido
El Legendario campesino Hugo Blanco fusiona el Marxismo estilo antiguo con “la tierra primero”, la reforma agraria de la filosofía.
Por WAYNE ROBERTS

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El hemisferio occidental tiene un Nuevo nombre. El 12 de Octubre, gente indígena de muchos países se reunieron en Bolivia para celebrar la declaración de sus derechos por las Naciones Unidas y una vez más bautizaron (por así decirlo) a nuestro continente: “Abya Yala”.
En el lenguaje Kuna eso significa “La tierra en su total madurez”. Américo Vespucio, un explorador Italiano de los años 1400s, perdió su derecho de poner su nombre a los descendientes de los inmigrantes quienes llegaron hace 10,000 años.
El creciente sentido del poder entre los 50 millones de gente indígena del hemisferio está transformando su política en la que se llamaba Latinoamérica, pero poca gente ha sido cambiada tan profundamente por estas nuevas políticas de identidad como Hugo Blanco, el legendario revolucionario trotskista peruano.
Fue Blanco, allá en los años 60s, quien inventó el ahora famoso cántico de los campesinos y agricultores en todo el mundo: “Tierra o muerte”.
Durante un tour de charlas por Canadá el mes pasado, él mostró cuán hábilmente ha unido el revolucionarismo antiguo marxista y su relativamente reciente encuentro con su propia herencia indígena.
En una reunión en una charla en el Teatro Ryerson en Septiembre, Blanco lucía el típico sombrero flexible de piel de oveja que usa la gente quechua de las frías montañas en el sur de Perú. Recientemente me enteré que el joven viejo de 73 años de edad, usa ese sombrero todo el tiempo por prescripción médica, por temor a que su cráneo, que ya ha sufrido demasiados golpes a manos de los policías no pueda soportar un golpe accidental.
Incluso con su apariencia desaliñada, las palabras de inicio de Blanco me sorprendieron. No se parecen en nada a lo que yo recuerdo de los discursos feroces que casi lo llevaron a la ejecución cuando era juzgado por su papel en la sublevación armada de los campesinos en 1962.
La razón para que los políticos nativos estén tan cargados ahora, 500 años después de que los europeos los invadieran, él comienza a través de un traductor, es que las minas y los pozos de petróleo y el gas están envenenando a la Madre Tierra , La Pacha Mama.
Y el agresivo materialismo del las corporaciones globales están destruyendo el “Ayllu”, el sentido indígena de la comunidad que incorpora a cada ser una villa, incluyendo las montañas, los ríos, los animales y las plantas, cada uno de los cuales está dotado de un espíritu.
Pero él es aún un socialista, lo dijo al final de su charla. Después de todo, los reportes de la civilización Inca inspiraron a Voltaire y Thomas More, contribuyendo a la tradición europea del socialismo utópico.
Una de las hijas de Blanco, que fue criada en Suecia, durante uno de sus muchos períodos de exilio, una vez llevó a unos turistas suecos a una villa peruana y le dijeron que la organización era parecida al socialismo. Él recuerda que ella les dijo, es al revés, es el socialismo lo que se parece a esto.
Pero el mundo ha cambiado desde su juventud, él dice: “Cuando era joven, yo luche por la igualdad, ahora la lucha es por la supervivencia de las especies”

Blanco, educado en una cultura europea radical cuando fue un estudiante en Argentina en los años 1950s, se confesó que él es aún un eurocéntrico en recuperación.
Es fácil ver que él está luchando para hacer la transición de las verdades polémicas de su juventud a algo más.
Los radicales latinoamericanos "copiaron nuestro análisis social de Europa" él dijo, "sin embargo el socialismo, la democracia social y el Comunismo han sido frustrados en el Sur”
"Yo no sé cuánto del eurocentrismo está aún en mí" agrega. "Yo estoy en el proceso de superación. Nosotros debemos iniciar esta revolución dentro de nosotros mismos.
¿Qué es lo que esto significa para la futura organización? Él no lo sabe, “pero poco a poco nos movemos hacia delante”. El periódico que él edita, “Lucha Indígena” sigue lo que la gente indígena está haciendo, no es la línea de una organización política, tal como aquella que él alguna vez dirigió. Muchas de sus afirmaciones terminan con una cita del poeta español Antonio Machado y Ruiz: "Caminante no hay camino, se hace camino al andar."
Trabajar sin una brújula es algo que él dice que aprendió de estudiar a los Zapatistas de México, otro país en el que pasó tiempo en exilio. Blanco tiene un sentido del poder totalmente diferente del que tenía durante los años 1960s, cuando la lucha por el poder del campesino y del trabajador era el corazón de la manifestación “Tierra o Muerte: La lucha campesina en el Perú”, que el escribió en la prisión esperando la pena de muerte.
"Los revolucionarios, estábamos negativamente afectados por una obsesión por el poder" dice ahora. Sus movimientos, desde que superó la ilusión antigua gracias a la experiencia de los pseudo - revolucionarios de Sendero Luminoso (“quienes una vez ordenaron matarme”), nos dice.
Las comunidades indígenas practicaron el consenso, afirma. "Nosotros no hablamos de , sino de ", nos dice.
A él ahora le gusta impulsar las “rondas campesinas”, organizaciones de campesinos que desplazan a jueces y funcionarios gubernamentales corruptos y los remplazan por grupos indígenas auto administrados en los niveles municipales.
Yo tuve la suerte de estar en una cena de dos horas después de la charla con Blanco, Phil Cournoyer, el traductor de sus memorias y un grupo de amigos en un Café – Internet cercano, donde sirven comida somalí.
Cuando Blanco dijo "Tierra o muerte" Cournoyer me dice, el activista tuvo "un entendimiento incipiente” que era diferente de la tradición hispana de "Patria o muerte" un grito popular en Cuba. Esto refleja un entendimiento intuitivo, psicológico y espiritual profundamente asentado de que la tierra, la identidad, el significado y la vida están en continuo devenir.
"No es la tierra que pertenece a la gente, es la gente que pertenece a la tierra" nos aclara Blanco.
Del líder de la militante reforma de la tierra durante los años 1960s viene una reforma filosófica de la tierra para el siglo 21.

¡SÍ! El Perú fue parte del criminal «Plan Cóndor»

Hugo Blanco
Enero de 2008
Una jueza italiana, Luisiana Figlioli, ha ordenado la captura de Francisco Morales Bermúdez por haber contribuido como miembro del «Plan Cóndor» (Alianza entre dictaduras sudamericanas para la represión) al asesinato de personas argentino-italianas. Según dicha jueza y el fiscal Giancarlo Capaldo, el secuestro de los montoneros argentinos en Lima es el ejemplo más claro sobre cómo funcionaba el Plan Cóndor. Por esta razón considera pertinente el testimonio de los generales peruanos.
La CIA, agencia de espionaje de Estados Unidos, muestra:
1.- En el documento «Una breve mirada a la Operación Cóndor» del 22 de agosto de 1978 señala: que los miembros originales fueron Chile, Argentina, Paraguay, Uruguay, Brasil y Bolivia y añade «Perú y Ecuador recientemente se convirtieron en miembros».
2.- La Central Nacional de Información de Chile, organismo promotor del «Plan Cóndor», informa en abril de 1978: «La información llegó a Chile a través del consejero peruano de la embajada peruana en Chile, señor Montagne, quien atiende los asuntos de ‘Cóndor’, el cual comunicó la conformidad sobre la designación de nuestro representante en Lima».
La participación del Perú en el «Plan Cóndor» también fue constatado por mí, por Javier Diez Canseco, Ricardo Letts, Genaro Ledesma y otras 9 personas, la mayor parte candidatos a la Asamblea Constituyente, quienes fuimos secuestrados y enviados esposados en un avión militar a un cuartel en Argentina donde un oficial nos gritó: «¡Ustedes son prisioneros de guerra!»
Este favor que la dictadura argentina hizo a Morales Bermúdez fue pagado por él con el secuestro y entrega de montoneros argentinos para que fueran asesinados por dicha dictadura.
Ahora hay voces que en el Perú se levantan para protestar contra la jueza italiana y en favor de Morales Bermúdez.
Veamos su calidad moral para hablar sobre Derechos Humanos:
- Alan García que ordenó la masacre de El Frontón, es culpable de las masacres de Accomarca, Cayara, Erusco, Mayopampa y es el presidente durante cuyo mandato fue asesinada la mayor cantidad de peruanos (especialmente indígenas).
- El mayor jerarca de la Iglesia Católica en el Perú, monseñor Cipriani, para quien «Los Derechos Humanos son una cojudez» (1).
- Las Fuerzas Armadas, en cuyas filas hay una serie de criminales denunciados por la Comisión de la Verdad que están libres y en funciones.
- En esta lista sólo faltan los pronunciamiento de Fujimori, Montesinos, los integrantes de los escuadrones de la muerte de los grupos Rodrigo Franco y Colina.

(1) Cojudez.- Palabra que en jerga significa “nimio”, “sin importancia”. Deriva de “cojón” (testículo).

SE AGUDIZA LA REPRESIÓN EN EL PERÚ

Hasta hace poco la represión en el Perú eran más leyes que acciones:
La legislación del APRA, partido de Alan García, con el apoyo fundamental de la ultraderechista Unidad Nacional, del partido de Fujimori quien está siendo juzgado por crímenes masivos y sin una oposición parlamentaria consecuente, se lanzó con toda su fuerza antipopular:
La ley ordena que el ejército cumpla funciones policiales, señala las acciones de protesta popular como delincuenciales y autoriza a los policías a matar impunemente.
La legislación está hecha para amedrentar al pueblo, quien naturalmente iba a protestar por la conducción del gobierno al servicio incondicional de las grandes empresas multinacionales y totalmente en contra de la población peruana y del medio ambiente.
Sin embargo, la reacción del pueblo fue vencer el miedo y lanzarse a la lucha, de las últimas movilizaciones, la más fuerte a nivel nacional fue la huelga campesina.
Los campesinos están siendo aplastados por el alza del costo de vida agravado por la miseria que reciben por sus productos, por la ausencia de crédito, por el alza de los precios de fertilizantes, etc.
El gobierno que habló mucho de su proyecto de “Sierra exportadora” lo que lleva a la práctica (con la firma del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos que tienen subsidiada a su agricultura) es la política agraria de “Perú importador de productos agrarios”.
La huelga campesina fue confrontada con la aplicación de la legislación represiva: La policía disparó a la cabeza de los manifestantes, los cadáveres de las víctimas de la represión muestran dos o tres orificios de bala en la nuca, lo cual indica que los disparos vinieron de atrás. Contra la versión de la propia policía que reconoce que los muertos recibieron balazos, el Ministro del Interior, Luis Alva, responsable político de los asesinatos, dice, sin ninguna prueba, que los manifestantes fueron muertos por escopetas caseras y que en otros casos los manifestantes arrebataron armas a la policía para matarse entre ellos.
Sabemos que a pesar de que sus mentiras son flagrantes no ha de ser censurado, pues la mayoría de la cámara, de cualquier partido que sean los parlamentarios, está de acuerdo con que hay que hacer todo lo posible por defender a las grandes empresas multinacionales contra las protestas populares.
Son múltiples las agresiones dirigidas contra el pueblo, la fundamental es la defensa política, jurídica y policial de las empresas mineras multinacionales contra la población y la naturaleza peruanas.
Además el gobierno tiene un proyecto para arrebatar las tierras a las comunidades campesinas, está la llamada “ley de la selva” que privatiza la región amazónica sin respetar a las poblaciones que la habitan y que tendrá como consecuencia la depredación de la zona, quiere privatizar el agua, los puertos, arremete contra el magisterio, incumple promesas firmadas de aumento de sueldos para servidores públicos, inicia la privatización de nuestro patrimonio arqueológico, etc.
Frente a los reclamos por el alza del costo de vida, el gobierno a través de Mulder, Secretario General del Apra, responde que Chávez, el presidente venezolano, tiene la culpa del hambre en el Perú.
Criminalización de la protesta
La Fiscal de la Nación informó que denunció y pidió detener a 207 personas por el paro agrario y que en Huaura fueron sentenciadas 33 de ellas.
Se ha abierto proceso contra muchos otros luchadores sociales, entre ellos contra el coordinador de la Asamblea Regional del Cusco y el dirigente del Sindicato de Construcción Civil del Cusco por las paralizaciones y movilizaciones del pueblo del Cusco en defensa del patrimonio cultural. Por estas movilizaciones se le acusa al excandidato a la presidencia Ollanta Humala que nada tuvo que ver con ellas.
Hay muchos otros procesados por diferentes luchas a nivel nacional.
Lo último
Ahora nos encontramos con la sorpresa de que en Tumbes, fronterizo con Ecuador han sido apresados 7 presuntos terroristas que “preparaban acciones terroristas contra las cumbres que se han de realizar en el Perú (En mayo se reunirán jefes de Estado europeos y americanos en la Cumbre UE-América Latina y Caribe y en noviembre habrá una reunión del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC)) y que tendrían relaciones con las Farc de Colombia y con el MRTA de Perú”.
¿Quiénes son estos terribles “terroristas”?
Gente que regresaba al Perú luego de haber asistido a una reunión pública en Quito que culminó con una marcha por las calles de la capital ecuatoriana, el “Segundo Congreso de la Coordinadora Continental Bolivariana”, llevado a cabo entre el 24 y el 28 de febrero con representación de delegaciones de varios países del continente, entre ellas las de Perú, Chile, Uruguay, Brasil, Ecuador, Colombia, Venezuela, México, Puerto Rico y República Dominicana, así como también de las delegaciones europeas de Alemania, Italia y País Vasco.
Se nota claramente que es una orden de Bush acatada fielmente por Alan García, pues uno de los pedidos de la reunión es el reconocimiento de las FARC colombianas como fuerza beligerante para facilitar las conversaciones hacia la pacificación en Colombia, lo que no quiere decir necesariamente identificación ni contacto con las FARC.
Que sepamos en ningún otro país se ha apresado a los asistentes a dicha reunión acusándolos de “peligrosos terroristas”.
Solicitamos a la opinión pública nacional e internacional estar atenta a este incremento de la represión en el Perú y a manifestarse en todas las formas posibles en contra de ella y en solidaridad con las justas demandas de nuestro pueblo, víctima de la sumisión del régimen a las empresas multinacionales.
Hugo Blanco
4 de marzo de 2008

PASADO – FUTURO

(Presentado al congreso de “Latinoamerican Studies Association” (Asociación de Estudios Latinoamericanos) efectuado en Montral, Canadá, del 5 al 8 de septiembre del 2007)

Fue saludado por amigos de diversos países:
De Francia
El conocido intelectual y político Michael Lowy:
«Querido Hugo»
«Muchas gracias por enviarme tu hermoso articulo «Pasado - Futuro», que me parece ¡muy acertado y muy importante! Esta dialéctica entre el «comunismo inca» (como decía Mariátegui) y el comunismo moderno me parece esencial, no sólo para Perú sino también para los demás países andinos, y también, en otro contexto, en América Central y México.»
«Un gran abrazo de tu viejo amigo y compañero»
«Michael»
De Polonia
Zbigniew Kowalewski:
«Hugo»
«Considero que es un excelente artículo y que debería ser traducido a muchas lenguas. Yo pienso traducirlo al polaco y publicarlo en la edición polaca de “Le Monde Diplomatique”, de la cual soy redactor en jefe adjunto.»
«¿De acuerdo?»
«Un abrazo»
«Zbigniew»
De Argentina
Carlos Suárez, redactor del periódico por Internet «Sin Permiso»
«Querido Hugo»
«Tuvo una gran repercusión la publicación de tu nota en «Sin Permiso
De Canadá
«Hola Hugo»
«Se nota que tu ponencia se ha publicado también en la página web de «Rebelion» de hoy»
«Tu ponencia es sencillamente muy linda, contundente, algo del corazón pasando por el cerebro.»
«¿Me puedes dar permiso para hacer una traducción al inglés?»
«Felipe (Phillip) Stuart C.»
De Perú
«Compañero Hugo, me complace leer sus notas tan precisas, que estoy seguro tenemos un gran líder, analista y luchador para rato».
«Un abrazo»
«Samuel Soplín»


PASADO – FUTURO

Construyamos nuestro futuro extrayendo la valiosa sabiduría de nuestro pasado

Hugo Blanco - Perú
Nuestra Cultura

La riqueza de la biodiversidad andino-amazónica ha creado a lo largo de más de 10,000 años una cultura profundamente compenetrada con “Pachamama” (Madre Naturaleza), con gran conocimiento de la naturaleza y elevadamente agrícola. Es una de las 7 zonas del mundo que han originado la agricultura y aportado con mayor variedad de especies domesticadas. De esto deriva una cosmovisión diferente a la “occidental” que sitúa al creador como un espíritu inmaterial superior que creó al hombre a su imagen y semejanza y a la naturaleza al servicio de él. En la cosmovisión indígena la humanidad es hija y parte de la Madre Naturaleza y debe vivir en su seno en armonía con ella. Cada cerro tiene espíritu, cada río, cada especie vegetal o animal los tienen.
La mentalidad colectivista indígena es tan fuerte que perdura sólidamente luego de 500 años de la invasión y de dictadura del individualismo.
“Ayllu” es el nombre quechua y aymara de la comunidad campesina ligada por fuertes lazos que tiene múltiples manifestaciones en el trabajo (“ayni”, “mink’a”, “faena”) (1) y en todos los aspectos de la vida. La comunidad no se restringe a las personas, se extiende a estrecha relación comunal con las especies cultivadas, con las especies medicinales, con animales y plantas que indican al agricultor sobre las variaciones de los tiempos agrícolas (2), y en general con todas las especies animales y vegetales, con la lluvia, con la tierra.
El desarrollo de la agricultura y la ganadería que en otras latitudes condujo al esclavismo y al feudalismo, en “Abya Yala” (América), llevó a nuevas formas de colectivismo. En la zona andina condujo a un estado que abarcó territorios de actuales 6 países, el “Tawantinsuyo” (denominado “imperio” por la misma ignorancia de los invasores que les llevó a denominar “oveja grande”a la llama).
Es cierto que las nuevas formas del colectivismo llevaron al surgimiento de castas privilegiadas y a guerras de conquista, pero en ninguna parte del continente la producción se basó en el trabajo esclavo ni en el sistema feudal.
A lo largo de más de 10 mil años nuestra cultura domesticó 182 especies de plantas, entre ellas alrededor de 3,500 variedades de papa.
Nuestro pueblo conoce 4,500 plantas medicinales.
El Tawantinsuyo planificaba la agricultura por cuencas y microcuencas.
Se construyeron largos acueductos cuidando que no erosionaran la tierra.
Se hicieron terrazas en las laderas y “waru-waru” (3) en el altiplano.
Se usaba tecnología especial para las diferentes zonas.
En toda la extensión del territorio tawantinsuyano había almacenes (“qolqa”) para proveer de alimentos a la población en caso de que algún fenómeno climático perjudicara la agricultura.
Aunque había castas privilegiadas no existieron el hambre y la miseria. Los huérfanos, inválidos, ancianos, eran atendidos por la comunidad.

La invasión

La espina dorsal de esa organización social, de la infraestructura agrícola, de la planificación agrícola y de la de reservas fue quebrada por la invasión.
Europa atravesaba por el tránsito del feudalismo al capitalismo. La invasión fue una acción capitalista, vinieron buscando especias creyendo que llegaban a la India, no las encontraron, pero hallaron oro y plata.
La minería, que existía, pero como una actividad marginal, se convirtió en el centro de la economía. Para explotar las minas usaron un sistema peor que el esclavismo. Al amo esclavista le interesa la buena salud de su esclavo como le interesa la buena salud de su burro. El dueño de la mina en el Perú recibía anualmente determinada cantidad de indígenas para “adoctrinarlos”. Independientemente de cuántos murieran, al año siguiente volvía a recibir la misma cantidad. Por lo tanto los jóvenes y adultos eran introducidos a la mina y no salían hasta después de muertos. Debido a esto había suicidios de indígenas jóvenes y madres que mataban a sus hijos para librarlos del tormento. Luego de la rebelión de Tupac Amaru disminuyó esa práctica.
El trabajo agrícola fue ejecutado por el sistema feudal. Las mejores tierras fueron arrebatadas por los europeos a las comunidades y se convirtieron en latifundios feudales transformando a los comuneros en siervos en sus propias tierras, que debían trabajar gratuitamente para el señor feudal a cambio de que se les permitiera cultivar para sí una pequeña parcela.
Hubo un enorme retroceso en la agricultura por muchas razones:
Por ignorancia y descuido fueron destrozados canales, terrazas y waru-warus.
Se suprimió hasta hoy la planificación por cuencas y microcuencas, se implantó el caos que continúa.
Con la importación de animales domésticos extraños a la zona se deterioró el medio ambiente, pues mientras que los auquénidos cortan el pasto con los dientes, las vacas caballos y ovejas lo sacan de raíz.
La superstición de los invasores contra nuestros cultivos: Como nuestra mentalidad agrícola les rendía culto, eran perseguidos por los “exterminadores de idolatrías”. Eso sucedió con la papa que además llevaba el nombre del “Santo Padre”, por lo que se le cambió a “patata” como se la llama en España y que es el que ha pasado al inglés y otros idiomas. También la kiwicha o amaranto estuvo maldita. La coca, el “supertónico del reino vegetal” como la llamó el célebre médico Hipólito Unanue, contra la cual aún hoy en día se mantiene supersticioso y excesivamente nocivo prejuicio en los sectores “cultos”.
Los almacenes de alimentos distribuidos en todo el territorio para las épocas de hambruna producidas por irregularidades climáticas fueron saqueados por los invasores.
Con todo ese comportamiento, más mortal que sus masacres y la viruela que nos trajeron, se instituyeron el hambre y la miseria como aportes culturales europeos.

Rebeliones y República

Nuestro pueblo se rebeló desde un inicio contra los invasores, fueron numerosas las insurrecciones, comenzando por Tupac Amaru I, un gobernante puesto por los españoles para utilizarlo, lo mismo que Manco Inca. Los más notorios rebeldes posteriores fueron Juan Santos Atawallpa y Tupac Amaru II, cuya insurrección se extendió a Bolivia y se mantuvo aún después de su asesinato luego de crueles torturas.
Luego se realizó la llamada “Revolución de la Independencia” que para la población indígena no significó un cambio notable. Se premió a generales de la “Independencia” con “haciendas” (que era el nuevo nombre de los latifundios feudales) con todo e “indios”.
Las rebeliones continuaron.
El sistema de hacienda consistía fundamentalmente en el trabajo gratuito del “colono” (siervo) para la hacienda. Había otros aspectos del servilismo:
Debía entregar parte de sus animales que se alimentaban de pastos naturales al amo. Hacía largos viajes conduciendo las cargas de los productos de la hacienda en acémilas durante varios días durmiendo a la intemperie. El patrón le maltrataba física y moralmente, tenía el derecho de prisión, el derecho de violar a las mujeres. Los niños de los siervos no iban a la escuela por falta de tiempo pues debían trabajar, por falta de escuelas y por prohibición del patrón.
El sistema feudal de haciendas duró hasta la segunda mitad del siglo pasado.
Fue debilitado por el ingreso del capitalismo al campo en muchas formas:
La introducción de la gran minería que absorbía la mano de obra de las haciendas.
La instalación de latifundios tecnificados que expulsaban a los colonos y usaban proletariado agrícola.
La introducción de cultivos de exportación de precio elevado que requería de mayor tiempo de trabajo presionando al hacendado a exigir más tiempo de trabajo a sus colonos y a expulsarlos para arrebatar sus plantaciones, mientras que los colonos también requerían más tiempo y se resistían al robo de sus plantaciones.
Nosotros nos organizamos para luchar contra los nuevos atropellos y ante la intransigencia de los hacendados la lucha se convirtió en combate por la posesión de la tierra.
Nuestra acción defensiva no sólo nos confrontaba con los hacendados sino también con el gobierno que defendía el sistema feudal.
Nos negamos a trabajar para los latifundistas en más de 100 haciendas, pero continuábamos trabajando nuestras parcelas, lo que en la práctica fue una reforma agraria. Fuimos reprimidos en forma armada por el gobierno, nos defendimos también con las armas. El gobierno militar de entonces aplastó la autodefensa armada pero se dio cuenta de que iba a ser imposible reimplantar el servilismo feudal, optó por emitir una ley de reforma agraria sólo para esa zona, legalizando la posesión de la tierra por el campesinado, pero el campesinado indígena de otras zonas del país se rebeló tomando las haciendas, lo que fue violentamente reprimido pero no pudo ser eficazmente contenido, de modo que otro gobierno reformista militar se vio obligado a decretar la reforma agraria a nivel nacional.
Así sucedió que el debilitamiento del sistema feudal iniciado por el capitalismo fue aprovechado por nosotros para tomar la tierra. En esa misma época fue aplastado el movimiento campesino brasileño, ahí triunfó el capitalismo cuyas víctimas luchan ahora valientemente en el “Movimiento de los Trabajadores sin Tierra”.
Por esa razón el Perú es, a excepción probablemente de Cuba, el país del continente donde hay mayor cantidad de propietarios de la tierra, tanto comuneros como pequeños parceleros.
Hay campesinos de la época de la lucha por la tierra que sienten el cambio cualitativo, dicen “ahora ya somos libres”, consideran que roto el sistema de servidumbre feudal han roto el yugo que les tenía sujetos.
A partir de esa ruptura trabajaron por la educación construyendo escuelas y pagando maestr@s, luego lucharon para que l@s maestr@s fueran pagad@s por el estado. Construyeron postas sanitarias y combatieron para lograr que el estado pagara los servicios de salud.
Consiguieron tener voto y elegir alcaldes de su seno. Luchan contra la contaminación minera. Luchan para ser ellos colectivamente quienes asuman las funciones policiales y judiciales en lugar de policías y jueces corruptos. Luchan contra todo tipo de autoridades corruptas. Y por muchas otras cosas.
Sienten que con la ruptura del servilismo feudal se les desataron las alas para continuar su lucha.

Las luchas actuales

La mayor parte de las luchas actuales del campesinado indígena son contra el asesinato de “Pacha Mama”, la Madre Naturaleza, la depredación desarrollada por las grandes compañías, fundamentalmente mineras, pero también petroleras y gasíferas. Así como los gobiernos peruanos antes eran sirvientes de los señores feudales, ahora lo son de las grandes compañías multinacionales, contra la población peruana y contra la naturaleza.
Otra razón de las luchas es por las condiciones de la forma de vida, cada día hay más desocupación y crece el deterioro del nivel de vida; en el campo esto se da por los precios excesivamente bajos de los productos agrícolas. Parte de esto es la lucha contra el Tratado de Libre Comercio (TLC) con los Estados Unidos que hundirá más nuestra agricultura en beneficio de las grandes empresas imperiales subsidiadas..
El movimiento indígena junto con el resto de la población peruana combate contra la corrupción de las autoridades y por tener representantes suyos en los gobiernos locales: como no hay un sistema de auténtico control democrático, son frecuentes las traiciones que el pueblo sufre.

No estamos solos

El movimiento indígena no está solo, aunque es el sector más vigoroso y perseverante, no es el único, junto a él lucha el resto del pueblo contra el sistema que nos aplasta: El gobierno de las grandes compañías multinacionales que empeñadas en ganar cada día más millones depredan gravemente la naturaleza y hunden en la miseria y el hambre a todos los sectores pobres. Para esto utilizan a sus sirvientes peruanos que son: Presidente y vicepresidentes, las Fuerzas Armadas y Policiales, el Poder Judicial, los Ministros y altos funcionarios, la mayoría del Parlamento, los grandes medios de comunicación.
Nuestro pueblo oprimido está conformado por campesinos, obreros, empleados, vendedores ambulantes y otros pequeños comerciantes, artesanos, desocupados, estudiantes, profesionales, etc.
Merecen especial mención los intelectuales, indígenas o no, llamados indigenistas. Desde el comienzo de la opresión a los pueblos originarios de nuestro continente, ha habido personas que lucharon contra ella, y en defensa de nuestra cultura.
Es conocida la acción del padre Bartolomé de Las Casas.
En el Perú fueron notables políticos como González Prada y Mariátegui, Escritores como Clorinda Matto, Ciro Alegría, José María Arguedas. Pintores como José Sabogal. Músicos como Alomía Robles, Baltasar Zegarra, Roberto Ojeda , Leandro Alviña, etc.

El sentido de nuestra lucha

Defendemos nuestra cultura en sus diversos aspectos: Cosmovisión, organización social, nuestros rituales y saberes agrícolas, medicina, música, lenguaje, y muchos otros aspectos.
No pretendemos que nuestra cultura es superior a las otras, luchamos para que no se considere inferior. Queremos que se nos respete como a iguales.
Hemos sido educados en la armonización de igualdad en la diversidad. El Perú es un país megadiverso, tanto geográfica como demográficamente hablando. Contamos con 82% de las 103 zonas de vida natural que existen en el mundo y con habitantes que hablamos 45 diferentes lenguas. La gran celebración incaica del Dios Sol no era excluyente, había un desfile de los diferentes pueblos con sus diversos dioses, no existía la noción del “Dios único”. Estamos por la igualdad de lo diverso, en contra del igualitarismo.
Por una parte respetamos las diversas individualidades y particularidades. Por otra estamos en contra del individualismo, nuestra cultura es solidaria.
No buscamos volver al pasado. Sabemos que debemos aprovechar los avances de la cultura humana en general.
Eso no está en contradicción con que pretendamos volver a nuestras raíces, nuestro pasado estará vívidamente presente en nuestro futuro:
Amamos y cuidamos a “Pachamama”. Anhelamos fervientemente que la base de la economía vuelva a ser el aprovechamiento de nuestra rica biodiversidad a través de la agricultura y la medicina natural, con todos los adelantos modernos que no sean nocivos.
Buscamos que nuestra organización social no esté basada en el profundo individualismo antisocial traído por los invasores. Pretendemos fortalecer y recuperar a todos los niveles la vigorosa fraternidad colectivista solidaria del “ayllu”, también aprovechando los conocimientos universales que no sean nocivos.
Soñamos con que los 500 de aplastamiento sean sólo una pesadilla pasajera en los 10 mil años de construcción de nuestra rica cultura.

NOTAS
(1) Estos términos de una lengua colectivista son intraducibles a una individualista: “Ayni”es la prestación mutua de trabajo, que hace que el trabajo para beneficio individual sea colectivo. “Faena” es el trabajo colectivo para provecho colectivo. “Mink’a” es la solicitud de un servicio que se acompaña con profusas y cariñosas súplicas.
(2) Hay “señas” que indican al campesino indígena acerca de cómo será el clima o cómo será la producción de determinado cultivo: La abundante o pobre floración de determinada planta silvestre, la coloración de las culebras, la altura a la que anida un ave, el mayor o menor brillo de una constelación, etc.
(3) Waru-waru es la alternancia de fajas de terreno elevadas y zanjas; se cultiva en las fajas elevadas. Sus funciones son: En los años lluviosos se evita la inundación. En los años secos el agua depositada en las zanjas se utiliza para el riego. El calor solar absorbido en el día por el agua de las zanjas, contrarresta el frío nocturno de la helada.

Julio del 2007

Nunca fui terrorista ni Lucha Indígena lo es

EL TERRORISTA ES EL GOBIERNO
En el periódico “La Razón” de Lima del 1 de marzo del 2008 aparece un artículo donde se acusa a “Hugo Blanco editor de la revista Lucha Indígena” de ser “aliado estratégico” del “grupo terrorista MRTA”.
Respondo:
Comencemos exponiendo el significado de la palabra “terrorista”.
TERRORISMO.- Es la acción de pretender imponer posiciones políticas por el terror, por el amedrentamiento.
Quienes se sienten incapaces de convencer de posiciones políticas por el razonamiento, se lanzan a cometer masacres, asesinatos, secuestros y otras acciones violentas, no para convencer sino para aterrorizar, amedrentar a la gente.
En Sendero Luminoso, vimos esa actitud a lo largo de todo su accionar. En el MRTA, en algunas ocasiones, como contra los hermanos Ashanincas, también vimos esa actitud.
Pero en quienes sí vimos un derroche de acciones terroristas fue en los gobiernos de Fujimori (entre muchos otros el caso Colina por el que actualmente está siendo juzgado) y en el primer gobierno de Alan García (Los penales, Cayara, Accomarca, grupo Rodrigo Franco, etc.).
Estas acciones gubernamentales buscaban aterrorizar a los gobernados para acallar las protestas de éstos.
Tienen agravantes con respecto a SL y MRTA: Éstos luchaban EN FORMA EQUIVOCADA contra las injusticias del sistema de opresión y hambre, conscientes de que en esas acciones arriesgaban la vida o largas prisiones. Mientras que los gobiernos mencionados ejercieron el terror EN DEFENSA DE LAS GRANDES EMPRESAS
MULTINACIONALES, en defensa de la opresión, en defensa de la injusticia, no sólo contra SL y MRTA sino contra todo el pueblo peruano. Además, otro agravante frente a los grupos mencionados es que actuaban con toda impunidad, conscientes de que ningún castigo vendría contra ellos. Afortunadamente, gracias a la consecuente y pacífica lucha de nuestro pueblo, la convicción de
la impunidad que tenía Fujimori y la gente a su servicio, está resultando falsa. Precisamente esa es la preocupación del otro gobierno terrorista y genocida, a García le producen pesadillas las noticias del juicio a Fujimori.
Mencionemos la captura de la embajada japonesa por el MRTA:
En mi opinión fue un acto terrorista, pues pretendía amedrentar para conseguir sus fines políticos. Sin embargo el comportamiento de los secuestradores no fue consecuentemente terrorista pues no mataron ni hirieron a ninguno de los rehenes. El gran acto terrorista fue el del gobierno de Fujimori que no dejó con vida ni a los que se rindieron, asesinándolos a todos, como denuncio inclusive un ex rehén, un diplomático japonés.
En su segundo período, Alan García suspira añorando los años de su primer período en que con toda facilidad aterrorizaba impunemente. Sigue siendo el mismo, por eso puso como vicepresidente a Giampietri, otro masacrador, pero ya no puede actuar igual. Se ve restringido en su actitud terrorista, pero no la abandona:
La ley que penaliza las protestas sociales tiene como objetivo aterrorizar a la población para que no proteste. Los asesinatos cometidos durante el paro agrario, también tienen el objetivo de aterrorizarnos. Ese mismo objetivo tienen los procesos abiertos a los dirigentes, el apresamiento de los bolivarianos, la ley que prohíbe a las autoridades regionales y municipales participar de las protestas, la ley que dispone que el ejército asuma funciones policiales, la que da impunidad a los policías que maten, etc.
Ante la imposibilidad de convencer a la población, todas esas acciones tienen el objetivo de ATERRORIZARLA, por lo tanto son acciones TERRORISTAS.
En cuanto se refiere a mi persona, siempre he entendido que la justicia social por la cual lucho le conviene a la mayoría, por lo tanto, pacientemente, es coherente CONVENCER a esa mayoría, de que es necesario y posible luchar por sus derechos. POR ESO SIEMPRE HE ESTADO EN CONTRA DEL TERRORISMO.
Estoy en contra del terrorismo de los gobiernos que tiene como objetivo aplastar al pueblo. Estoy en contra del terrorismo de quienes buscan la justicia pues con sus acciones dan pretexto al terrorismo gubernamental. Los 70,000 muertos víctimas de la guerra interna, el asesinato de dirigentes populares, el aplastamiento de las organizaciones del pueblo, nos muestran eso
(“De buenas intenciones está empedrado el camino del infierno”). Además, SL mató muchos dirigentes populares y cometió masacres, yo mismo estuve sentenciado a muerte, tanto por SL como por el Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), por eso tuve que abandonar el país. El MRTA, como dijimos más arriba, mató a nuestros hermanos ashánincas que no eran parte de las fuerzas represivas sino del pueblo, por quienes ellos decían luchar.
Estoy en contra de todo terrorismo, venga de donde venga.
Las acciones por las que pidieron para mí la pena de muerte y por las cuales estuve preso, no tuvieron un ápice de terrorismo, fueron acciones contra el terrorismo:
El campesinado en forma absolutamente democrática resolvió realizar la reforma agraria liquidando el sistema feudal de haciendas. Frente a esta acción democrática y pacífica, los hacendados asumieron la actitud terrorista de andar armados amenazando a la gente. Luego el propio gobierno cometió la actitud terrorista de pretender aplastar el movimiento pacífico y democrático de los sindicatos campesinos mediante la represión. Fue contra esas acciones terroristas que el campesinado, en forma democrática decidió defenderse contra el terrorismo y organizar comités de autodefensa armada; democráticamente me nombró para que dirigiera la organización y la acción defensiva antiterrorista. Por acatar esa decisión democrática es que pidieron para mí la pena de muerte.
El empuñar un arma, por sí mismo, no lo hace a uno terrorista. No fueron terroristas quienes hicieron la Revolución Francesa, no fue terrorista George Washington, no fue terrorista Tupac Amaru, no fueron terroristas San Martín y Bolívar, no son terroristas los zapatistas.
En cuanto al periódico “Lucha Indígena” que actualmente dirijo, pido a los editores de “LaRazón” que señalen en qué página de alguno de sus 19 números hay un artículo o alguna frase que se pueda calificar como incitadora del terrorismo. No encontrarán una sola.
Quien sí, según muchos es el más grande terrorista del mundo es George Bush, pues pretende aterrorizar al mundo con las masacres en Irak y Afganistán, con los horrores de la prisión Abu Ghraib, con los inocentes no procesados y torturados de Guantánamo y muchos otros indecibles horrores más.
Por favor señores de “La Razón”, usen la razón cuando escriban, no usen el término “terrorista” como un insulto en una disputa callejera contra posiciones políticas opuestas a las vuestras, úsenlo en su verdadera acepción, aplíquenlo a quienes usan el terror como instrumento ante su impotencia del convencimiento con razones, no a mí ni a “Lucha Indígena”.
Tengan cuidado de no usar el término precisamente para apoyar a verdaderos terroristas.
Cusco, 20 de marzo de 2008
Hugo Blanco